Ernest Hemingway tenía muchas razones cuando dijo que el Hotel Ambos Mundos es un buen lugar para escribir. 

Fue aquí donde terminó su libro «Muerte en la tarde» (1932), y comenzó sus novelas «Nuevas colinas verdes de África» ​​(1935) y «Tener y no tener» (1937). 

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La habitación No. 511, donde se hospedó el Premio Nobel de Literatura durante los años treinta del siglo pasado, es hoy un pequeño museo que atesora varias de sus pertenencias.

El recuerdo de Hemingway permanece en este hotel también por las ofertas que reciben los clientes de los platos favoritos del escritor norteamericano, preparados en el restaurante Plaza de Armas. 

Por otro lado, el Roof Garden, ubicado en la parte superior del edificio, ofrece su exquisita parrilla, y allí el visitante puede disfrutar de una de las mejores vistas del Centro Histórico de la ciudad. Un exelente lugar para degustar un buen mojito al mejor estilo cubano.

Ambos Mundos no solo es una de las mejores escalas del Centro Histórico, sino también un lugar preferido por muchos, quienes acuden al espacioso lobby para sentir el pulso de la ajetreada vida de esta parte antigua de la ciudad. 

Exposiciones de arte y la presencia ocasional de jazz-bands y otros grupos musicales tocando en el piano bar, realzan la vida cultural del hotel, que también cuenta con el Salón Del Monte, con capacidad para 120 invitados. 

Este último, que también se ha convertido en una galería de arte, es un sitio conveniente para la realización de conferencias, eventos, ceremonias como la firma de acuerdos comerciales, lanzamientos de productos, recepciones y banquetes.

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